Al reguetonero JC Reyes se le ocurrió la brillante idea de promocionar su próximo disco publicando en las redes sociales una foto de la cantante Rosalía, que había trucado previamente para que se le viesen las tetas (iba a escribir pechos pero después de la canción de Rigoberta Bandini me he venido a arriba). Como el muchacho tiene chipicientos mil seguidores pues enseguida se hizo viral, que es de lo que se trataba. Hasta aquí todo perfecto.
La aludida, Rosalía, cuando se enteró, puso el grito en el cielo porque ni enseñaba nada en la foto original ni conoce al reguetonero, y le increpó con un tuit, que a muchos nos cuesta comprender, su falta de ética:
Ir a buscar clout faltando el respeto y sexualizando a alguien es un tipo d violencia y da asco pero hacerlo por 4 plays de + lo q da es pena
— R O S A L Í A (@rosalia) May 23, 2023
Esto enfadó a JC Reyes, que le respondió defendiéndose ante los comentarios negativos recibidos:
A las mujeres estas que me estáis poniendo: ‘¿Qué haces?’, ‘Qué asco das’… A la chavala nada más se le ve el escote. Respetad, ¿eh?
Por fin fue otra vez Rosalía quien puso los puntos sobre las íes:
El cuerpo d una mujer n es propiedad pública, no es una mercancía xa tu estrategia d marketing. Esas fotos estaban editadas y creaste una falsa narrativa alrededor cuando ni t conozco. Existe algo llamado consentimiento y todos a los q os pareció gracioso o plausible espero de…
— R O S A L Í A (@rosalia) 24 de mayo de 2023
Esta última respuesta ha subido algo la calidad de la redacción del texto. Aparecen palabras como narrativa, consentimiento y plausible, que dejan entrever que Rosalía ha reflexionado más o que alguien le ha asesorado. Hasta aquí llega por el momento la polémica de la ‘foto de Rosalía desnuda’ que ha recorrido redes sociales y medios, con la que JC Reyes ha conseguido su objetivo hasta un grado que ni soñó cuando se dedicó a manipular el escote de la foto de la cantante.
Es incomprensible que a este tipo de artistas se les incluya en lo que llamamos cultura. Ya sé que generalizar no es justo y que probablemente haya alguno entre reguetoneros, raperos, poperos, electrónicos, etc. que se les pueda ofrecer el beneficio de la duda. Evidentemente esto es solo una opinión muy personal y allá cada cual con lo que escucha y siente, pero que el gobierno a través del Ministerio de Cultura y Deportes haya extendido un cheque de 400 euros para que los jóvenes se los gasten en unos conciertos que incluyen este tipo de música, ya entra en un terreno en el que los que pagamos impuestos igual no estamos tan de acuerdo. Para más inri, el gobierno llama a la propina ‘Bono Cultural Joven’. A mí, eso de que cualquier cosa pueda considerarse cultura me descuadra bastante, especialmente a la hora de pagársela a otros, por lo que propongo que en la declaración de la Renta pongan casillas con cruces, como las de la iglesia y las ONGs, para elegir qué cultura queremos subvencionar.