De nuevo se pone en marcha la maquinaria independentista para arropar con miles de personas la visita al juzgado de los acusados de incumplir la ley, convocando y apoyando la consulta del 9N de 2014 desobedeciendo al Tribunal Constitucional. Hace unas semanas le toco a Homs, que va por libre porque es diputado, y hoy les toca a Mas, Rigau y Ortega.
Nadie que se dedique a la publicidad y al marketing desaprovecharía estos momentos para montar una campaña alrededor del caso y poner ante los medios de comunicación un escenario en el que se representa la unidad y la fuerza de los independentistas catalanes junto a sus líderes que van a ser sacrificados por el estado opresor. Piensan los que organizan estos desfiles que esto es bueno para el proceso, pero deberían entender también que generan el mismo efecto en todos aquellos que están en contra, con lo que el resultado de este tipo de campañas resulta bastante pobre para ganar nuevos adeptos para la causa. Eso sí, sirven para ahondar todavía más la brecha y el enfrenamiento entre los dos bandos, que es, sospecho, su finalidad.Leer más »